Justicialismo

de luna, cuando cantamos con la guitarra a las mozas del pueblo, como mi Rosita. Yo arrendaré "La Aurora" y en esa chacra empezará de nuevo nuestra vida, y me casaré y tendré hijos que cultivarán las tierras de la Patria.
Padre e hijo salieron a la puerta del rancho y contemplaron los trigales, que borrachos de sol ondulaban suavemente.

¡ADELANTE!

Carlos Guido y Spano.

¡Ea, muchachos, es la aurora! ¡arriba!
Tomad el hacha y el martillo,
y vamos si como ayer tenaces
trabajamos el monte derribado caerá.

El vínculo sagrado que nos une
se apretará con la honradez probada.
¡Ea! Al combate, a la conquista ansiada
del trabajo fecundo en la región.
Victoria al más intrépido. Bizarro,
sus pensamientos en la patria fijos.
Ése llegue a tener hermosos hijos,
hombres libres, de limpio corazón!

Y dulce será ver en nuestros lares,
de la jornada al fin todos reunidos,
a los seres amables y queridos
que ennobleció el trabajo y la virtud,
recordando los triunfos del pasado
en las largas veladas del invierno
o elevando sus preces al Eterno
que nos da la esperanza y la salud.