Libro de lectura para Cuarto grado (niños de 10 años). Autor: Graciela Albornoz de Videla. Publicado por Editorial Estrada en el año , durante la segunda presidencia de Perón - Páginas 96 y 97.
Entonces el Ejército, por medio de la Dirección General de Fabricaciones Militares, inició la primera etapa para dotar al país de una siderurgia propia, creándose el Primer Plan Siderúrgico Argentino.
En 1945, en Palpalá, alumbró por primera vez el hierro argentino, en los altos hornos construidos para la explotación de minerales de hierro.
Éste, unido a la búsqueda de substitutos del petróleo y carbón; la forestación de las islas del Delta, para abastecer de combustible a las fábricas; la carbonización de la leña en hornos de material para utilizar todos los subproductos; el gasoducto Comodoro Rivadavia - Buenos Aires y los trabajos de exploración geológica y geofísica para establecer las zonas productivas del petróleo, dan una idea de la intensificación que en nuestro país se ha dado a la industria minera.
En el año 1951 se inaugura en la Patagonia el Ferrocarril, de doscientos sesenta kilómetros de extensión, que uniendo a Rio Gallegos con la mina Presidente Perón, de Río Turbio, ha permitido el abastecimiento de carbón a los principales centros consumidores del país. Las exploraciones y explotaciones del carbón de esta zona ofrecen una cuenca de cinco mantos carboníferos de una extensión de más de doscientos ochenta kilómetros cuadrados.
INDUSTRIALIZACIÓN
Los pueblos, para conquistar grandes fines, deben trabajar seguros de sí mismos, dirigiendo sus actividades a la producción industrial, aprovechando las materias primas de su suelo fecundo. Tal la Argentina, en estos últimos tiempos de su vida nacional.
Vivíamos deslumbrados con la producción extranjera, fina, perfectamente terminada, práctica.
De todas estas cualidades carecieron nuestras primeras creaciones industriales.
Las dos guerras mundiales y los acontecimientos políticos de otros pueblos nos enseñaron a valorar lo nuestro.
Al industrializar el país los obreros argentinos aprovechan las materias primas y ganan los jornales que antes se pagaban a los trabajadores de los países extranjeros.
Y así empezaron las fábricas a producir, y los elementos técnicos más capaces a dirigir, cundiendo el afán de “ser vencedores”, con ese deseo tan argentino de superarse.
La historia de la industria argentina guarda páginas de labor y sacrificio, vividas en los ingenios