La Argentina de Perón

algo importante y grande al colaborar en el adelanto nacional: los padres de familia ganando su propio pan y el de sus hijos y a ¡a vez laborando en pro del bienestar de la Patria: los niños estudiando con ahínco y alegría, para llegar a ser mañana hombres y mujeres útiles y de provecho.
¿Qué cuadro puede haber más interesante que éste, y que afecte más hondamente el porvenir y los intereses del país?
“Producir, producir y producir”; tal es, como dijimos, la consigna. Es verdad que ya se ha hecho mucho, pero hay que hacer mucho más todavía.
Sólo mediante el cumplimiento de nuestros deberes llegaremos a la meta que el General Perón nos ha trazado.

SEGUNDO PLAN QUINQUENAL

Industria

— ¿ Sabes, querido, a quiénes se levantan los monumentos?
— A los héroes, papá.
— ¿Y sabes cuál es la primera y más grande heroína de la vida?
— No.
— Una mujer: la madre.
Esa mujer que en cada hogar es la verdadera expresión de la industria, porque multiplica el milagro de la transformación de las cosas...
Esa mujer que teje, y cose, y fabrica prendas incesantemente ...
Esa mujer que con sus manos maravillosas convierte lo que se tiene, en algo que no se tiene y que se necesita...
Esa mujer, que al decir de un noble maestro argentino: “debiera tener un monumento en la puerta de cada hogar”.
A esa mujer, hijo mío, que también es tu madre, y que es la maestra de la industria del mundo, álzale tú un monumento en tu corazón.
El general Perón quiere que se. industrialice el país; es decir, que se transforme la producción nacional en elementos que cubran nuestras necesidades.