Despertar

Libro de lectura para Cuarto grado (niños de 10 años). Autor: . Publicado por Editorial Kapelusz en el año , durante la segunda presidencia de Perón - Páginas 202 y 203.

Despertar, Luis Bruno

—Parece mentira que dos criaturas tan bien educadas no sean capaces de jugar un rato con tranquilidad. Tienen muchos juguetes, un amplio patio y comodidad para jugar. Enrique tiene su bicicleta, y a ti -le dice a Laurita- no te faltan muñecas.
Yo no tuve esa suerte. Cuando era pequeño no tenía nada de eso, y sin embargo, no me peleaba con mis hermanos.
Los niños, pacificados, han vuelto a sus juegos. Pero el abuelo ha dejado de leer. Y hablando de modo que los nietos no puedan escucharlo, le dice a Juan:
—Yo sé que no has querido hacerme un cargo. Yo sé que tu infancia no fué tan dichosa como la de tus hijos. Pero mi trabajo tampoco era como el tuyo.
En nuestros tiempos, los horarios eran mucho mayores que hoy, y me he pasado casi veinte años trabajando continuadamente, pues las vacaciones no existían. Era duro ganar un peso, y más duro poderlo ahorrar.
Sin embargo, con voluntad he logrado mi propósito, y esta casita constituye el premio a mis afanes.
Tú, en cambio, gozas de vacaciones, aguinaldo, leyes que te protegen y una retribución justa. La justicia social te alcanzó, y conoces otra forma de trabajo. De modo que esa queja tuya es injusta. Si tu infancia no fué del todo feliz, ahora que eres grande te resarces con creces.
—Tienes razón, padre, discúlpame.
El anciano volvió a su lectura. Su hijo, mientras pasaba alambres, enhebraba recuerdos.

CARTA A MIS ALUMNOS

Una vez más llega el fin del año escolar. Otra bandada de palomas blancas deja el alero protector de este cuarto grado y emprende vuelo hacia otros
lares.
Quiero despedirme de ti por carta, para que la conserves y, al releerla un día, pienses: así me hablaba mi maestro.
El año ya pasó, y mirado desde aquí parece que fue ayer cuando te vi por vez primera. Había un poco de miedo en tus ojos, te intrigaba saber cómo sería yo.
Hoy, los meses han volado. Nos conocemos bien. Sabes cuánta importancia concedo a los actos del corazón y cuán poca al cálculo interesado.