La Argentina de Perón

Derechos del Trabajador

El deseo principal de los trabajadores ha sido siempre el de obtener un salario justo.
No puede ser feliz ni trabajar a gusto un hombre sabiendo que su retribución no le bastará para vivir cómodamente él y los suyos.
Pero los trabajadores tienen además otros problemas: quieren tener derecho a ejercer una tarea elegida, a perfeccionarse en ella, a cumplirla dignamente y en las mejores condiciones posibles, para no incapacitarse como Agustín, el obrero metalúrgico de que hablamos. Necesitan gozar de un adecuado bienestar, ser amparados y defendidos junto con sus familias en todo lo que afecte a sus necesidades vitales, y también mejorar económicamente.
Ahora bien: todos estos puntos, verdaderas preocupaciones para el trabajador, están contemplados y especificados en la Constitución Nacional.
Ahora, los patrones sostienen a su personal damnificado, y una vez restablecido, le devuelven su empleo.

Tampoco queda en la miseria el trabajador aquejado de una incapacidad permanente, porque en este caso tiene derecho a una retribución en dinero.
Estas y otras ventajas pregona la Constitución Justicia lista, que todos tenemos la obligación de respetar y defender.