Mensaje de luz

a lomo de muía, comparadas con la felicidad de los nietos?
Se oye el ladrido del perro.
—Ladra el “Chucho”, mama . . . Mire, mama, se va pa l lao del bosque.
Ramona sale. En la oscuridad distingue una sombra.
—Traé la mecha, m’hijo. Alumbré. Es tu tata que llega.
— ¿Lo ves, mama?
— Sí, hijo. Lo veo.
Y con un grito fuerte llama:
— ¡Ru... de!...
Y los hijos y los padres del hachero unen sus voces:
—¡Ru... de!...
Y el aire trae la respuesta:
— ¡Ra... mo... na! ¡Hi...jos!
Sol y luna alumbraron el cuadro dichoso de un hogar que en las fiestas del Señor disfrutaba de sidra, pan dulce, ropas, víveres y juguetes.
La "Fundación Eva Perón" había hecho el milagro.
- ¿Será posible, tata?
- Si mi hijo. Ya lo ves.

— Te acordás, cuando hace un año te dije: “¡La vi pasar en su auto saludando al pueblo por las calles de Santiago... llevaba luz de santa en la frente!..."
Afuera, sobre la tierra reseca, baila el trompo de colores: duerme la muñeca vestida de rosa en los tiernos brazos de la niña; va y viene la pelota pintada de rayas brillantes: y en la soledad de la llanura santiagueña, en el rancho hasta ayer olvidado, grandes y chicos cantan y ríen.
Y su alegría es como campana echada a volar en día de fiesta.

(Del libro: Hada Buena Argentina).