Libro de lectura para Segundo grado (niños de 8 años). Autor: Clelia Gómez Reynoso. Publicado por Editorial Lasserre en el año , durante la segunda presidencia de Perón - Páginas 58 y 59.
Las varias ocupaciones
Debemos trabajar, para costear nuestros gastos y ser útiles a la familia y a la sociedad.
Todas las ocupaciones se combinan, y cada uno las elige de acuerdo con sus gustos y con sus posibilidades. Y no debemos pensar, que algunas son más necesarias que otras.
Pongamos por ejemplo, la tarea que realiza el médico. Es útil y superior.
Pero... ¿podría realizarla si el sastre, el zapatero, el peluquero, el panadero, el carnicero, el almacenero, etc., no solucionaran el problema de su presentación y alimentación?
¿Podría salir a visitar sus enfermos, si no tuviera cocinera y mucama, que atendieran su casa; lavandera y planchadora que pusieran en condiciones su ropa; y operarios para atender el arreglo y la limpieza del coche?.
Es por esto, que la tarea más modesta en apariencia, tiene su razón de ser, y el trabajo merece tanto respeto.
- Así lo entendió el Presidente Perón que trató de mejorar la condición de los humildes, desde que era Secretario de Trabajo y Previsión.
Teatro para niños
Por primera vez en el país, se ha pensado que los niños necesitan ver buen teatro.
Y es así como una compañía de artistas, ha sido contratada, para ofrecer gratuitamente, hermosas funciones.
— ¡Qué alegría! —exclamó Cristina, cuando recibió dos plateas que correspondían a la fila tres.
Naturalmente que, estando bien ubicada, no perdería detalle de la representación.
Ya en el teatro, vio unas hileras de niños de un Hogar-escuela, que también se disponían a divertir.
Cristina oyó que decía su mamá:
— Mira qué lindas están las huerfanitas con el moño rosa en el cabello y el uniforme celeste-gris.
— ¡Y los varones, mamá!... Usan pantalón azul y blusitas amarillas.
— Son conquistas de la Justicia Social —dijo el papá de otra niña. — Con esos trajes vistosos, se sienten mejor. Las celadoras les quieren y todos son felices.
Y más felices aún, cuando los porteros se dispusieron a recibir la concurrencia, que ordenadamente, buscó ubicación, en la espaciosa sala.