Despertar

responder a tus preguntas; en mis páginas hay un cuento para enternecerte; una poesía para recitar. Hallarás, por turno, verdad y ficción; ciencia y sentimiento; ayer y hoy.
Está la historia de la Patria, su nacimiento, los próceres que se sacrificaron para darle vida. Y está la realidad argentina de hoy, la historia que estás viviendo en este vigoroso despertar que busca el porvenir que merecemos.
Comprenderás por qué eres el único privilegiado en la Nueva Argentina; sabrás que los ancianos y los trabajadores tienen derechos; no olvidarás que vives en una patria justa, libre y soberana.
A comprenderlo te ayudarán mis lecturas, pero pretenden algo más:
Que seas, por sobre todas las cosas, bueno.
Si estudias y aprovechas los consejos de tus maestros, presiento que seremos grandes amigos.
Y tu despertar de todas las mañanas será como el mío: un asomarse a cosas buenas y nobles; sencillas y humildes, pero sanas.
Respeta al obrero que trabaja. Él labra la grandeza de la Nación.
Respeta al anciano. Él dejó sus energías en la lucha.
Y prepárate para ser tú, el privilegiado de hoy, quien mañana siga las huellas de este despertar argentino...

OTRA VEZ

Otra vez juntos...
Otra vez volvemos, al conjuro de tu campana, para estar contigo, escuela amada.
Abriremos picada en la selva, sendero en el pedregal, vereda en el prado.
Y por ellos iremos hacia la luz.
Otra vez juntos...
Muchos guardapolvos, otras tantas almas, blancas también, y un maestro.
Él nos guiará hacia donde debemos ir.
Y la escuela será algo así como una inmensa colmena, donde todos aportaremos nuestro trabajo.
Y si al llegar el final de la jornada estamos contentos y tenemos deseos de cantar, podremos decir:
—¡Hemos sabido cumplir con nuestro deber!