Un año más

RENUNCIAMIENTO

¡Renunciar a algo muy grande y muy hermoso! ¡Dejarlo pasar y seguir sonriendo!...
— ¿Es difícil, verdad?... Piensa en algo que te gustara mucho, que te lo ofrecieran y piensa si podrías rechazar eso que quisieran darte... ¿Lo dejarías, tú?... ¿Dudas?...
Pero hay quien pudo hacerlo: Eva Perón.
El 22 de agosto de 1951, en el más bello Cabildo Abierto que la historia recordará, el pueblo le pidió a ella, que fué tan buena, que aceptara la Vicepresidencia de la Nación, acompañando al general Perón en su obra de gobierno.
Pero rehusó el honor que con tanta justicia se le otorgaba, prefiriendo no ser otra cosa que "el puente de amor que uniese a Perón con su pueblo".
Ese renunciamiento la hizo más grande todavía ante nuestros ojos.