Un año más

EL NIÑITO DE LA ESCUELA SAN MARTÍN

En una escuela del centro de Buenos Aires, la que lleva el nombre de San Martín y que fuera inaugurada por el general Julio Argentino Roca durante su presidencia, se realizó en el año 1948 una ceremonia muy grande en su sencillez, de esas que regocijan a las escuelas.
Se sabía que allí había cursado el primer grado inferior, un niñito que aún recordaban viejas maestras como un alumno seriecito y trabajador, un poco reconcentrado a veces pero por lo general sonriente y juguetón, amigo de los más humildes y siempre dispuesto a hacer el bien.
Al niñito de entonces, ya hombre formal, se le invitó al acto. Fué una hermosa fiesta. Y también

estaban los Granaderos del Regimiento General San Martín.
Con una gran sonrisa el homenajeado entró en la vieja escuela, que no es luminosa y clara como las de la Nueva Argentina, aunque fue de las mejores de su tiempo; los granaderos presentaron armas y aquel hombre, olvidándose del presente se dirigió a un aula sin vacilar y señalando un banquito diminuto, dijo:
— Aquí me sentaba yo.
El que ocupara ese banco chiquito, debía ocupar el sitial más elevado de su Patria, porque aquel niño seriecito pero alegre, que debe ser modelo nuestro, se llama Juan Domingo Perón.