Ronda del gran amor

No teniendo con qué protegerse, debió buscar abrigo en las cuevas de los animales.

Cierta vez, en que el írio se hizo sentir como nunca, trató de refugiarse en una que le pareció más
tibia que las otras.
Como la entrada era pequeña, la anciana encogió brazos, piernas, cuerpo...
En ese momento Dios la castigó convirtiéndola en iguana, animalito cuya piel recuerda la frazada sucia y rota.
Así como esta viejecita suelen ser algunas personas.
Jamás deben dejarse para mañana las obligaciones del presente.
¡Mañana! es el estribillo de los haraganes; pero ese mañana no tiene amanecer.
El presente es hoy. Hoy deben realizarse todos los buenos propósitos.
“Se hará hoy; no mañana", dijo el General PERÓN.

EL TRABAJO DA LA LIBERTAD

Un hombre muy rico y poderoso se internó en un monte.
De pronto, unos golpes fuertes y acompasados atrajeron su atención.
Deseando saber la causa se encaminó hacia el lugar de donde provenían.
Un joven, bañado en sudor, trataba de derribar un corpulento árbol.
El rico y poderoso se acercó a él y le dijo:
—Tu trabajo es pesado y agotador. Te propongo que vengas conmigo. Tendrás cuanto desees; comodidades, fortuna, diversiones. ¿Aceptas?
El leñador apoyó el hacha en el suelo, pasó su mano por la frente sudorosa, respiró hondamente y dijo:
— A cambio de eso ¿qué pretendes?
—Tu sumisión total a mis deseos.