El alma tutelar

Los derechos del trabajador

— Mira, ése es un obrero argentino.
Sale cantando de la fábrica donde trabaja y camina con prisa, hacia su otra obligación: la escuela.
Tiene buen sueldo, vacaciones pagas, aguinaldo, asistencia médica y la vejez asegurada con la jubilación.
Sabe que todo se lo debe a la obra de justicia social que el general Perón realiza desde su puesto de Presidente de la República, y es hombre agradecido.
Por eso, procura producir más cada día y concurre a una escuela de capacitación para perfeccionarse.
¡Éstos son los obreros de la Nueva Argentina!

Diálogo con Sarmiento

— ¿Es verdad, Domingo Faustino, que naciste en una casita muy pobre de San Juan?
— Sí, lo es. Pero todo en ella era paz y cariño.
— ¿Y es verdad que doña Paula, tu madre, era muy hacendosa?
— Es verdad. De ella aprendí a ser un obrero incansable.