Tiempos nuevos

En 1938 regresó al país y, además de sus funciones en el Estado Mayor del Ejército, le fue asignada la cátedra de Operaciones Combinadas en la Escuela Naval de Guerra.
Una misión de estudio lo llevó a Italia, donde se incorporó a diversos comandos e institutos del país amigo. En los dos años de permanencia en Europa — 1939 y 1940 — visitó Alemania, Hungría, Albania, Francia, España y Portugal.
El l9 de enero de 1942, con el grado de coronel, fue nombrado jefe del Departamento de Montaña “Mendoza”, y poco después pasó a la Inspección de Tropas de Montaña.
El 4 de junio de 1943 fue nombrado Jefe de Estado Mayor de la primera División de Ejército, y pocos días después de la Revolución pasó a ocupar la Jefatura de la Secretaría del Ministerio de Guerra.
Éstos son los hechos sobresalientes de su carrera militar, hasta que los sucesos de junio de 1943 llevaron al entonces coronel Juan Domingo Perón por el camino que la Providencia le tenía señalado: el de conductor de la Nueva Argentina.

UNA MUJER EXTRAORDINARIA

Estaría de más que yo dijese a esta masa viviente del pueblo argentino cuáles son los méritos de la Fundación Eva Perón. Ellos, a lo largo de todos los caminos de la Patria, van recibiendo los beneficios generosos y humildes de esta benemérita institución, que ha fijado para todos los tiempos de la historia argentina la figura de Eva Perón como una de las mujeres más grandes de la humanidad.
El Partido Peronista Femenino, obra de su inteligencia y de su espíritu realizador, constituye en nuestro país, como entidad política, un ejemplo de organización, de disciplina y de subordinación a la doctrina peronista.