Ronda del gran amor

EVITA HA MUERTO

Evita ha muerto. Dios se la llevó. Era demasiado buena, por eso Dios la quiso para su reino.
Aqui, todos la lloramos sin consuelo.
Amargo llanto brota del fondo contristado de nuestras almas.
Una honda congoja estruja nuestros corazones. La muerte se la llevó... pero en el recuerdo vivirá.
Evita no nos ha dejado.
Desde las alturas donde mora nos enviará eternamente su límpida y radiante luz para guiarnos por la senda que nos trazara. Senda de amor, de justicia, de pureza, de abnegación y de sacrificio.

LLENA ERA DE GRACIA

"Era llena de gracia como el Ave María, y a la fuente de gracia, de donde procedía, se volvió... ¡Como gota que se vuelve a la mar!”
Amado Ñervo.

Llegó a la tierra con una misión que el destino le había señalado.
Casi toda su vida fué una preparación para "el gran momento"; ella misma lo expresó en su libro “La Razón de mi Vida”.
Después... llegó “el gran momento”.
Sus horas fueron una ininterrumpida cadena de trabajo.
Se alzó enérgica y vibrante contra el egoísmo, la insensibilidad de los poderosos, la injusticia y el engaño.
Su palabra brotaba a torrentes.
Toda ella parecía animada por una fuerza divina.
Trabajaba sin descanso, en jornadas agotadoras para cualquier otro ser humano.