Niños felices

Cierto día, llegó a la escuela una triste noticia: un alumno de primer grado inferior había sido arrollado por un automóvil. En adelante, para caminar, necesitaría una pierna ortopédica.
En una alcancía se recibía la contribución de los compañeros.
Delia no vaciló. Corrió a su casa y regresó con sus ahorros. Luego, sin decir nada a nadie, los depositó en la alcancía.
Y se sintió muy dichosa.

Policlínicos.

Por la noche, después de cenar, don Miguel cuenta a su esposa e hijos las novedades del día.
— Hoy estuve —dice —con unos médicos amigos visitando el policlínico modelo "Presidente Perón".
Todo allí está previsto.
Los últimos adelantos de la ciencia han sido puestos al servicio de los enfermos. Es realmente una maravilla.
— ¿Y hay muchos policlínicos como ése? — pregunta Carlitos.
— En todo el país hay, en la actualidad, amplios y cómodos establecimientos donde los enfermos y los accidentados son perfectamente atendidos. Y esas obras se deben al presidente argentino, general Perón.